EL CONFIDENCIL DIGITAL
Defensa
Militares españoles ‘juegan’ a la guerra en instalaciones privadas para entrenarse en situaciones de combate. Se llama Airsoft y usan réplicas exactas de armas reales
La práctica se denomina Airsoft, y a ella están recurriendo cada vez más militares españoles para ampliar su entrenamiento o poner en práctica –sin riesgos- la instrucción del cuartel. Incluso reciben cursos dirigidos por militares de otros países.
El Airsoft es una práctica –algunos lo consideran incluso deporte- que consiste en la simulación de un enfrentamiento de combate real entre dos grupos militares. En él se utilizan tácticas reales e incluso replicas de las armas reales. Con la diferencia que los proyectiles, en este caso, son pequeñas bolas de plástico. El ‘campo de batalla’ suele ser un gran solar o una nave industrial abandonada, a donde en ocasiones los militares llegan incluso en autobús.
Cada vez más miembros del ejército
El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con varias empresas y asociaciones organizadoras de torneos y cursos de Airsoft, y todas coinciden en que cada vez hay más miembros de las Fuerzas Armadas españolas que practican este ‘juego’ de guerra. De hecho, existen algunos ‘clanes’, equipos, en los que todos sus miembros son militares en activo.
Una de las fuentes consultadas, ex militar español y promotor de una de estas asociaciones, explica que el principal reclamo que encuentran los militares en esta práctica es “la adrenalina y la posibilidad de desplegar de modo lúdico todo lo que han aprendido en las Fuerzas Armadas”.
Las armas que se utilizan funcionan con motores eléctricos y sistemas de aire comprimido. Pese a que los proyectiles son pequeñas bolas de plástico, “la velocidad de salida que alcanzan puede llegar a hacer mucho daño. Es, de hecho, obligatorio utilizar protecciones bucales y gafas especiales”. El coste de estas réplicas de armas van desde los 150 euros hasta los 3.000.
Según indica, existe una modalidad especial dentro del Airsoft, denominada ‘milsim’ –simulación militar- que “respeta absolutamente todos los condicionantes y características de un combate militar”.
Sanitarios y walkie-talkies
Es precisamente esta modalidad la que más atrae a militares en activo. La mayoría de las veces, las partidas ‘milsim’ tienen una duración mínima de 24 horas. Cada escuadra o pelotón tiene un jefe que da órdenes, se establecen perímetros e incluso hay ‘sanitarios’, jugadores cuya misión es simular la cura o evacuación de un combatiente que resulte herido. “Todo el equipo está en constante contacto mediante equipos de radio”, aseguran.
Además, cada partida dispone de un ‘guión de juego’. “Suelen estar unidas a la actualidad: la liberación de cooperantes españoles secuestrados, la eliminación de un clan talibán en Afganistán, o incluso la recreación de la batalla de Nayaf, el intenso combate que en 2004 enfrentó a las tropas españolas con la insurgencia en Irak”.
Cursos de Operaciones Especiales
Otras fuentes del sector señalan que, no sólo sirve a los militares como práctica de lo aprendido, sino que “pueden incluso ampliar sus conocimientos”.
“Hay algunos clubes que organizan cursos de tácticas militares impartidos por ex miembros de grupos de operaciones especiales británicos o rusos, con vehículos militares e incluso helicópteros. Para algunos militares destinados en puestos de ‘poca acción’, es una buena manera de no perder el contacto con lo aprendido durante la instrucción”, explican.
A lo largo del año se celebran grandes eventos de Airsoft ‘milsim’. Estas fuentes aseguran que el mayor de este 2012 tuvo lugar en Portugal y se denominó ‘Oscar Mike’: participaron 800 jugadores -400 soldados OTAN y 400 talibanes-, una veintena de blindados y vehículos militares, dos helicópteros e incluso un avión con paracaidistas.
Defensa
Militares españoles ‘juegan’ a la guerra en instalaciones privadas para entrenarse en situaciones de combate. Se llama Airsoft y usan réplicas exactas de armas reales
La práctica se denomina Airsoft, y a ella están recurriendo cada vez más militares españoles para ampliar su entrenamiento o poner en práctica –sin riesgos- la instrucción del cuartel. Incluso reciben cursos dirigidos por militares de otros países.
El Airsoft es una práctica –algunos lo consideran incluso deporte- que consiste en la simulación de un enfrentamiento de combate real entre dos grupos militares. En él se utilizan tácticas reales e incluso replicas de las armas reales. Con la diferencia que los proyectiles, en este caso, son pequeñas bolas de plástico. El ‘campo de batalla’ suele ser un gran solar o una nave industrial abandonada, a donde en ocasiones los militares llegan incluso en autobús.
Cada vez más miembros del ejército
El Confidencial Digital se ha puesto en contacto con varias empresas y asociaciones organizadoras de torneos y cursos de Airsoft, y todas coinciden en que cada vez hay más miembros de las Fuerzas Armadas españolas que practican este ‘juego’ de guerra. De hecho, existen algunos ‘clanes’, equipos, en los que todos sus miembros son militares en activo.
Una de las fuentes consultadas, ex militar español y promotor de una de estas asociaciones, explica que el principal reclamo que encuentran los militares en esta práctica es “la adrenalina y la posibilidad de desplegar de modo lúdico todo lo que han aprendido en las Fuerzas Armadas”.
Las armas que se utilizan funcionan con motores eléctricos y sistemas de aire comprimido. Pese a que los proyectiles son pequeñas bolas de plástico, “la velocidad de salida que alcanzan puede llegar a hacer mucho daño. Es, de hecho, obligatorio utilizar protecciones bucales y gafas especiales”. El coste de estas réplicas de armas van desde los 150 euros hasta los 3.000.
Según indica, existe una modalidad especial dentro del Airsoft, denominada ‘milsim’ –simulación militar- que “respeta absolutamente todos los condicionantes y características de un combate militar”.
Sanitarios y walkie-talkies
Es precisamente esta modalidad la que más atrae a militares en activo. La mayoría de las veces, las partidas ‘milsim’ tienen una duración mínima de 24 horas. Cada escuadra o pelotón tiene un jefe que da órdenes, se establecen perímetros e incluso hay ‘sanitarios’, jugadores cuya misión es simular la cura o evacuación de un combatiente que resulte herido. “Todo el equipo está en constante contacto mediante equipos de radio”, aseguran.
Además, cada partida dispone de un ‘guión de juego’. “Suelen estar unidas a la actualidad: la liberación de cooperantes españoles secuestrados, la eliminación de un clan talibán en Afganistán, o incluso la recreación de la batalla de Nayaf, el intenso combate que en 2004 enfrentó a las tropas españolas con la insurgencia en Irak”.
Cursos de Operaciones Especiales
Otras fuentes del sector señalan que, no sólo sirve a los militares como práctica de lo aprendido, sino que “pueden incluso ampliar sus conocimientos”.
“Hay algunos clubes que organizan cursos de tácticas militares impartidos por ex miembros de grupos de operaciones especiales británicos o rusos, con vehículos militares e incluso helicópteros. Para algunos militares destinados en puestos de ‘poca acción’, es una buena manera de no perder el contacto con lo aprendido durante la instrucción”, explican.
A lo largo del año se celebran grandes eventos de Airsoft ‘milsim’. Estas fuentes aseguran que el mayor de este 2012 tuvo lugar en Portugal y se denominó ‘Oscar Mike’: participaron 800 jugadores -400 soldados OTAN y 400 talibanes-, una veintena de blindados y vehículos militares, dos helicópteros e incluso un avión con paracaidistas.